miércoles, 20 de mayo de 2015

CONSEJOS PARA ELABORAR UN BUEN GUIÓN RADIOFÓNICO



Escribir para que otras personas te oigan significa escribir utilizando palabras que la gente escuchará pero no podrá leer. Por ejemplo, cuando escribes guiones para la radio o para un comercial, o cuando escribes una presentación oral para leer en una clase.
Al escribir algo que otros oirán, debes recordar algunos puntos importantes: ¡Los auditores no tienen una segunda oportunidad para oírte! Los lectores que no entienden algo de lo que están leyendo pueden volver al inicio y leerlo otra vez. Pero los auditores no pueden hacer lo mismo, deben entender tus palabras la primera vez que las dices, ¡O tu mensaje se perderá en el aire! 
Si quieres escribir un guión de radio, puedes prestar atención a estos consejillos:
 Consejo Nº 1:  Escribe como hablas 
En realidad, “casi” como hablas y cuidando que sea un lenguaje apropiado. Oye a los anunciantes y locutores de radio y televisión y notarás que los mejores son los que parecen tan naturales como si
estuvieran hablando contigo, no leyéndote sus guiones.
Entonces, si escribes algo que cuando recitas en voz alta suena como si lo estuvieras leyendo, eso no es correcto.
Por ejemplo, lee estas dos frases en voz alta. ¿Cuál de ellas te suena mejor, como si una persona simplemente estuviera hablando?
 - En la escuela los niños pueden adquirir conocimiento sobre el medio ambiente.
 - Los niños pueden aprender sobre el medio ambiente en la escuela.
 La segunda es la más adecuada para un guión de radio.
Consejo Nº 2: Escribe oraciones cortas
Es mejor escribir dos oraciones simples que una larga y más compleja. Es difícil para los auditores recordar al final de una frase larga lo que habías dicho al principio.
Por ejemplo, esta es una oración muy larga para oír, seguida de otra que está mejor escrita y da la misma información al oyente haciéndola solo en cuatro oraciones cortas.


Mi abuela, que se fue a América cuando era niña, me ha contado ayer que aún se acuerda de la primera vez que vio la Plaza Mayor, que la hizo llorar, pero no estoy muy seguro por qué.

Esta es una mejor manera de escribir la misma información para el oyente, haciéndolo en cuatro frases cortas:
Mi abuela se fue a América cuando era niña. Ayer me ha contado que aún se acuerda de la primera vez que vio la Plaza Mayor. Ella me dijo que la hizo llorar. Pero no estoy muy seguro por qué.
Consejo Nº 3: No utilices palabras largas cuando las cortas serían igual
Es bueno que sigas aprendiendo palabras nuevas y ampliando tu vocabulario. Pero en este caso, es más claro para los auditores si usas palabras simples y dejas las más difíciles para cuando hagas una presentación escrita. Por ejemplo, suena mejor decir:
- Javiera manifestó que le gusta mucho el chocolate. 
- Javiera dijo que le gusta mucho el chocolate. 
En la frase, la forma “dijo” que le gusta mucho el chocolate funciona tan bien como la palabra larga “manifestó”.
Consejo Nº 4: Usa la forma activa de los verbos 
En la lengua española existe la forma activa y pasiva de los verbos. El activo es más adecuado para los auditores, es más claro, más directo, y más fácil de entender.
Por ejemplo, una frase con verbo pasivo:
- Mi clase fue visitada por el director de la escuela. 
 ¿Quién hizo la acción? El director de la escuela. ¿Qué hizo? Visitó. ¿Qué visitó? La clase.
 Pero sería mucho más simple para un auditor si se lo dijeras más directamente:
 - El director de la escuela visitó mi clase. 
 Es una oración corta y directa. Visitó es un verbo en forma activa.
 Consejo Nº 5: Ten cuidado con los “sonidos similares”
 Son aquellas palabras que los lectores pueden diferenciar al leer pero los auditores podrían confundirse. Tu escrito puede estar bien en papel pero sonar mal en la radio.

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